Las láminas dentro del sector de la construcción se pueden encontrar en una variedad de perfiles, medidas, e inclusive acabados, cuyas cualidades intervienen de una manera importante en como podrán ser dispuestas en una edificación, por lo regular tienen presencia en los techados, cubiertas y muros, pero hay que tomar en cuenta que cada una de ellas es funcional en un espacio determinado debido a las características y fabricación que le dan cierto tipo de utilidad en los proyectos arquitectónicos. Como ocurre en este caso con la lámina galvanizada O-100, la cual se abordara en este blog para conocer sus funciones y su composición para que así puedas disponerla eficientemente y los resultados favorezcan tu inversión.

Para comenzar a comprender para qué se ocupa este tipo de laminado, partamos por saber en qué consiste, la lámina galvanizada O-100 es un perfil acanalado ligero, versátil y resistente, se caracteriza principalmente por su forma  ondular o curveada. Debido a su flexibilidad y economía se puede utilizar tanto para muro como para techo. Asimismo, cuenta con un acabado galvanizado el cual consiste en  es un tratamiento electro químico que se le aplica al acero  para dotarlo  de una elevada resistencia contra la oxidación.

Este acabado se lleva a cabo  mediante la inmersión de la lámina de acero en zinc a una temperatura aproximada de 450ºC. Por su parte el recubrimiento de zinc se adhiere químicamente a la base del acero por una reacción química metalúrgica que forma una capa de aleación más dura que el acero, lo que impide que las partes estructurales se debiliten por causas ambientales como son la humedad, la corrosión o las atmósferas contaminantes. Además, le ofrece al producto un aspecto más estético.