Las láminas galvanizadas de acero se caracterizan por llevar una cubierta de zinc en su superficie, para prevenir la corrosión lo cual ayuda a prolongar el tiempo de vida de la lámina galvanizada. Es un material de gran utilidad para la construcción de naves industriales, silos, graneros, entre otras aplicaciones arquitectónicas a la intemperie, pues tiene un alto nivel de reflexión al calor y un acabado más estético.

Gracias a su proceso de galvanizado por inmersión en caliente, evita la corrosión que puede ser causada por la exposición de la lámina con otro tipo de metales en presencia de un electrolito, o la forma más común, que es a la exposición directa al oxígeno o al agua.

Uno de los principales atractivos de las láminas galvanizadas es la durabilidad que garantiza, pues en construcciones armadas, se estima que puede desempeñarse por periodos de alrededor de 50 años, pudiendo estar expuesta a cambios en el ambiente rural o urbano, o exponerse a líquidos corrosivos o golpes.